Este fragmento es súper importante para la literatura italiana, ya que es el primer documento de la lengua italiana. Se trata de una breve adivinanza veronesa, escrita por un copista entre finales del año 700 y principios del año 800.

L’Indovinello veronese dice así:

Se pareba boves,
alba pratàlia aràba
et albo versòrio teneba,
et negro sèmen seminaba

Si bien se parece más al latín que al italiano (recordemos aún la fuerte influencia del latín en esos años), es un primer intento de escribir en italiano.

El significado en español es:

Delante de sí guiaba a los bueyes,
araba un prado blanco
tenía un arado blanco,
y sembraba una semilla negra

El autor de este fragmento no se conoce, pero gracias a la solución de esta adivinanza podemos establecer que el autor de estos versos es el mismo copista que los escribió.

El copista tenía como trabajo copiar manuscritos. Es él el que empuja a los bueyes (los dedos), en el pergamino (el prado blanco), teniendo el arado blanco (la pluma), sembrando una semilla negra (la escritura). En breve, está describiéndose a sí mismo mientras está escribiendo estos versos.

Como el copista escribió estos versos con rapidez y sobre todo los escribió en una hoja de guardia, un tipo de hoja que no estaba destinada para la transcripción de textos, hay algunas dudas sobre la intencionalidad del autor. Es decir, hay algunas dudas sobre si el autor quiso usar este primer intento de italiano, o bien si quiso utilizar una forma de latín menos correcta, más informal. Pero en línea general, como el L’Indovinello veronese se concluye con un verso escrito en un latín perfecto, la mayor parte de los estudiosos consideran que L’Indovinello veronese está escrito en una primera forma de italiano, es un italiano de los orígenes.

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